viernes, octubre 23, 2009

¿Qué somos?

En este mundo para saber lo que es cada uno, debemos recurrir a segundas y terceras personas. Al fin y al cabo son ellas las que nos juzgan, son las que tienen el derecho a decir "Eres así porqué has actuado así". Por lo tanto somos lo que hacemos, siempre y cuando lo miremos desde ese cristal. Sin embargo, cuando uno recurre a uno mismo y se pregunta qué es, las respuestas son miles y en algunos casos, para nuestra desgracia, la respuesta es que no somos nada. Y todo esto ¿por qué?. Porqué somos lo que pensamos, lo que decimos, lo que hacemos y cuando llega la hora de analizarnos y juzgarnos, nos damos cuenta de que somos un intento de lo que deseamos. Nada sale según lo que nosotros queremos. Puede salir todo lo contrario, salir otra cosa o aproximarnos a nuestro deseo, pero nunca algo exacto. Porqué la vida no es una ciencia exácta cómo las matemáticas, en la vida hay cientos de millones de variables que pueden cambiar lo que somos. Es en ese punto muerto entonces, en el que miramos la trayectoria de nuestra vida, que nos volvemos jueces de nosotros mismos y nos damos cuenta de que en realidad no somos ni más, ni menos, que un ser que nunca es la misma cosa. Es por eso, que aun que podamos juzgar, condenar e incluso hacernos pagar nuestros actos, nunca podremos dar un veredicto preciso sobre lo que somos.

miércoles, octubre 07, 2009

Confraternidad o hipocresía?

Todo los pueblos tienen derecho a elegir su destino, son soberanos. Este es un principio básico en la democracia, en "nuestras democracias". El pueblo escoge quien los represente, quien los gobierne y quien organice el país. Sin embargo a cada día que pasa, toda esto que empezó a surgir por allá en la revolución francesa, va perdiendo fuerza. Esos valores cada vez más parecen una pura habladuría. Sólo hay que ver Honduras. Lo que se predicó no sirvió para nada. Aún el pueblo saliendo todos los días a la calle en contra de los golpistas, de los policías, del ejercito, no se les tiene en cuenta. Sus palabras son vanos intentos de ser escuchados que se pierden en el viento. A veces me pregunto, que pasaría si en los países cómo los nuestros, en los desarrollados, salieramos a la calle a postularnos en favor del que tiene la razón ¿Tomarían las naciones únidas cartas en el asunto? Pasara lo que pasara, os puedo asegurar que no me sentiría tan hipócrita cómo siempre me siento.

domingo, octubre 04, 2009

Desvaríos de un trastornado (2)

Puedo morir hoy y nadie acordarse de mi mañana. Eso sería algo realmente desesperante. Si ya nos asusta la idea de morir, imaginaos cómo debe ser que nadie sepa que has existido. No ser recordado significa justamente eso. Ser un nadie o peor aún, ser la nada. La nada es nada, es un concepto inimaginable, totalmente abstracto. No se puede situar en ningún terreno puesto que sería algo y algo ya no es nada. La nada es un concepto y los conceptos existen, pero la nada en si, no. Imaginaos ser eso pues. Ser la nada. A día de hoy de hay gente que está en esas condiciones. Que son conceptos, pero no existen. Son personas sin identidad, anónimos sin cara que nunca podrán pasar al recuerdo. Parecerá una simple tontería, pero a esta gente se les arrebata incluso lo único que les puede quedar en su míserable vida, el recuerdo de su existencia. Sin embargo, nosotros, las personas de los países no tercermundistas, podemos existir. Nosotros podemos elegir entre ser un nadie o un alguien. No quiero alargarme mucho más, posiblemente la mayoría seamos recordado por nuestros parientes, hasta que llegue una generación que ya no nos recuerde. Es decir, incluso no siendo un nadie pasaremos a ser nada. ¿Se puede cambiar eso?¿Se puede ser "inmortal" y transcender generación tras generación? Si pero para ello debes no morir y eso se deviene imposible. Creo que fue Woddy Allen quien dijo "No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi obra, sino simplemente no muriendo". No morir es imposible y aun que Woddy Allen quiera no morir sólo podemos alcanzar la inmortalidad a través del recuerdo, a través de nuestra obra... La cuestión ahora es...¿cuantos alcanzarán dicha inmortalidad a través de su obra?