viernes, mayo 14, 2010

Desvaríos de un trastornado (5)

Lo cierto, la única verdad de la que estoy seguro en estos momentos, es que actuamos por sentimientos. Sería absurdo pensar que actuamos según lo que el sentido común nos dice al ver las innumerables acciones irracionales que cometemos. Es por eso mismo, porqué sentimos, que perseguimos un ideal que llega a culminar nuestro verdadero objetivo. La vida del ser humano sería insustancial, un sin sentido que no lleva a ninguna parte sino fuera porqué tratamos de hallar la felicidad y sin olvidar que el individuo en sí, solo, no puede cumplir su cometido, cada uno de nosotros debe intentar que el resto no se quede atrás y pueda así hallar la felicidad. Siempre y cuando se respete la voluntad del resto. Este objetivo común no es posible si los seres humanos no somos capaces de sentir empatía por los individuos ajenos, y quizá ese debería ser nuestro cometido a la hora de educarnos, enseñarnos que es el dolor ajeno. Solamente si cada uno de nosotros desea el bien del resto y en consecuencia actuamos según este criterio, seremos capaces de eliminar cualquier barrera social, racial o cultural.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante valoracion, me encanta tu reflexion, doy por sentado que eres un hombre sensato y a la vez atractivo.

Un saludo