martes, septiembre 07, 2010

Dolor y placer

- Hay en ocasiones en las que prefieres estar muerto y borrar esos recuerdos para siempre.
- Uy...eso me recuerda a una frase.
- ¿Qué frase?
- Y cuando menos lo esperaba, la muerte, no salvó de la vida.
- Joder...Qué siniestro!
- Lo es. Pero ¿Y?
- Nada, nada. Qué creí que querías animarme.
- Yo no quiero animarte. Sentir dolor no es tan malo.
- ¿No?
- No. El dolor nos da un perspectiva nueva de la vida, nos hace más libres, nos hace conocer otras cosas.
- ¿A si? Me gustaría saberlo.
- Bueno míralo de este modo. ¿Nunca te has preguntado por qué existe el dolor?
- No.
- Pues en la respuesta a esa pregunta, está la explicación a lo que dicho. Si hay algo que me ha enseñado el dolor es a valorar las cosas buenas de la vida. Yendo más lejos, creo que dolor y placer son principios antagónicos. Son como el Yin y el Yan. Él uno sin el otro no puede existir. Como la muerte y la vida. ¿Entiendes?
- Si creo que si. Te refieres a que si el dolor no existiera, tampoco sabríamos que es el placer, porque si por algo lo conocemos es porque cuando estamos embriagados de felicidad, recordamos inconscientemente que ese estado en el que estamos es totalmente contrario al de cuando estamos tristes.
- Y a la inversa igual. Para conocer el placer debemos conocer necesariamente que es el dolor. Más que nada, para tener un punto de referencia en el que fijarnos y comparar.
- Entiendo.

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