miércoles, septiembre 30, 2009

El loco de la calle (2)

Quizá fuera una noche de absoluta soledad y aburrimiento. Ciertamente, no lo sé pero realmente hablé con alguién y diréis ¿Cómo pudo hablar con alguien estando sólo?. Llamenlo dios, llamenlo conciencia e incluso vocecilla interior o llamenlo pared, pero esa conversación cambió mi vida.

- ¿Y qué es la vida?
- Amigo mío, la vida son sueños y los sueños son deseos y los deseos son promesas que nos hacemos a nosotros mismos y que cumplamos o no siempre luchamos por ellas. Sino la vida no sería vida porqué que clase de vida puede ser una con la incapacidad de soñar. Una vacía y sin sentido.
- ¿Y qué es la guerra?
- La guerra es algo natural, difícil de remediar que no quiere decir que no tenga remedio. La guerra es un impulso de nuestro instinto más primitvo. Al fin y al cabo todavía guardamos algo de bestia en nuestras entrañas. Quizá es normal, aun que nos empeñemos en que somos seres civilizados, siempre queda algo de salvaje en nuestro interior.
- ¿Y cual es el remedio?
- Suena a topicazo, pero el único camino es el amor libre y puro.
- ¿Y qué es el amor libre y puro?
- Es indefinible, se siente y se comparte, pero no se toca, ni se ve. Es algo tan sumamente maravilloso que puede romper cualquier ley de la naturaleza, incluso cómo he dicho antes la de la guerra. El amor libre y puro es un niño pequeño que no entiende de nada pero que lo siente todo. No es racional, pero si metafísico. Y es que el amor es vida y no otra cosa.
- ¿Y cómo se posee?
- Ya lo posees, el amor es vida amigo mío.
- ¿Si?¿Y cómo puede saberlo?
- ¿Te dolería la muerte de tu hermano, de tu novia, de tu mejor amigo?
- Si.
- Pues entonces ya lo sabes. Si no hubiera amor, no te importaría. Tendrías la misma sensibilidad que esa inerte pared con la que hablas.
- Pues llevo ya un rato hablando.
- Eso ha sido un golpe bajo ¬¬'.
- Pues anda que el tuyo espavilado ¬¬'. De todas formas por amor se pueden empezar guerras ¿no es así?
- Si es cierto. Pero yo tampoco he dicho que el amor sólo pueda traer más amor. De hecho, la guerra es la que hace que apreciemos tanto el amor. Los dos equilibran la balanza.
- ¿Entonces la vida también debe de tener algo que equilibre esa balanza? Y ese algo es...
- La muerte. La muerte es justamente la que hace que apreciemos la vida. Ese es justamente el mayor motivo existencial de la vida que esta se acaba.
- Pero si la vida son sueños significa que...
- Los que no sueñan no viven.
- ¿Cómo que no? Yo los veo y se mueven.
- Si pero están vacíos.
- ¿Vacíos de qué?
- Vacíos de vida.
- Vale esto empieza a ser una conversación de besugos. Lárgate ya pesado ¬¬'
- Bueno, yo sólo te diré una cosa. Busca dentro de ti, en tu mente o en el "alma" y mira que es lo que llena tu vida.

Lo hice y me di cuenta de lo querían decir esas palabras. Porqué la vida va mucho más allá de lo que nuestros sentidos captan o perciben. Porqué que algo no se pueda captar no significa que no exista. La vida no es vida si no se existe.

lunes, septiembre 21, 2009

A partir de hoy iré con personas

- Padre, ayer noche tuve una crisis de fé.
- ¿Dejastes de creer en dios?
- No, en él nunca he creído. Dejé de creer en mi,
- Fuera de mi iglesia maldito ateo.

Después de salir a patadas de allí, fui a parar un bar bastante "sofisticado" y entablé otra conversación con el "barman" de detrás de la barra.

- ¿Has tenido alguna crisis de fé alguna vez?
- ¿Te refieres a creer en dios?
- No. Me refiero a creer en uno mismo, en perder la razón de tu existencia.
- Si, alguna vez. ¿Sabes cómo lo solucioné?
- ¿Cómo?
- Bebiendo y bebiendo.
(vaya, otro charlatán engaña bobos)

Aun que no le hice mucho caso al vendedor de copas, ya iba algo ebrio. Mi aliento apestaba a alcohol. Para variar, nadie quiso dejarme entrar en ningún local más. Lo cierto es que sin darme cuenta acabé en los suburbios y allí encontré a un hombre de mediana edad junto a un bidón encendido. Me acerqué a él para entablar otra conversación. Hoy estaba parlanchín, que se le iba a hacer.

- Buenas noches, buen hombre.
- Buenas noches, pero soy una mujer.

(Comenzabamos bien...)

- Disculpe, no quería ofenderla está usted...
- ¿Sucia? ¿Totalmente cubierta de ropas viejas?
- emm..si supongo. De verdad no quise ofenderla.
- No pasa nada joven. ¿Qué le trae por aquí? No tiene pinta de vivir en los suburbios.
- Pues quizá mi estado a hecho que me desorientara un poco y...
- Vamos que se ha perdido.
- No exactamente, creo que llevo perdido desde hace ya un tiempo.
- ¿A que se refiere?
- ¿Ha tenido alguna vez usted una crisis de fé?
- ¿Te refieres a creer en dios?

(¿Por qué todos dirán lo mismo?)

- No, ha perder el motivo de la existencia.
- Pues ciertamente si. Constantemente.
- ¿Por eso está usted aquí?
- No, yo siempre he estado aquí. Me gusta esta vida. Posiblemente sea de las únicas personas que le gusta.
- Bueno... ¿y cómo hace usted para recuperar el sentido de la vida?
- No hago nada. La vida no tiene ningún sentido se mire por donde se mire. La vida es vida. Sólo tiene sentido cuando una persona se lo da.
- ¿Y qué sentido debo darle?
- Si usted no lo sabe ¿Cómo quiere que lo sepa yo?
- No lo sé.
- Mire, yo no soy una experta en la materia. Yo siempre he vivido aquí, en la calle. Tiene cosas malas, posiblemente para muchos sólo sean malas, pero yo también encuentro cosas que valen la pena en mi pobreza. No le aconsejo a nadie ser y estar cómo yo, ni por asomo. Las miserias no son moco de pavo. Aún así encuentro motivos para vivir constantemente, porqué aun teniendo poco valoro lo que tengo. Usted posiblemente tenga muchas más cosas que yo y no las valore. Le he de decir, que me da un poco de asco por ello. Porqué hay gente en el mundo que tiene tan poco y otros tanto y que aún así, sean los que tienen poco los que disfruten de la vida. Quizá usted debería probar con las drogas, eso puede llenar su vacío. Yo sinceramente, no lo haría. Pero ya sabemos cómo son ustedes los ricos, totalmente epicúreos. Ahora bien, puede hacer lo que hago yo, disfrutar de lo poco que tengo. Y lo poco que tengo son amistades y no bienes materiales. Los bienes materiales suelo compartirlos con ellos, ya que no hay nada que me haga más feliz que ver que mis congéneres disfrutan con las mismas que disfruto yo. Cuantas noches habré pasado jugando una partida de cartas y un par de tetrabrics de vino. Esos momentos son los que realmente atesoro. Sé que no viene a cuenta todo lo que le he contado, pero atiéndame. Si quiere llenar su vacío comparta con el resto del mundo lo que tiene. No importa ni si quiera que sean bienes materiales, pueden ser hasta opiniones. La cuestión es compartir su vida. Hagalo y le garantizo que recuperará el sentido de la vida.
- ...Eso haré. Le podría invitar a usted y sus amigos a mi casa.
- No, yo no voy con ricos.
- Ni yo, a partir de hoy iré con personas.

jueves, septiembre 17, 2009

Yo, caótica...

Me gusta...escuchar música ates de dormir, ayudar a quien lo necesite, me caiga bien o mal; comer despacio; hablar siempre que me escuchen, sentir que todo lo malo pasa...y lo bueno también; que la duda me llena de vida para buscar respuestas y encontrar gente que me apoya en esa búsqueda; que todo es mas fácil si pintas una sonrisa.
Me gusta el amanecer en el mar, sentir ese olor a sal; aprender cada día mas cosas; contemplar la luna llena y las estrellas en el campo; salir con amigos y jugar al baloncesto horas y horas...ver como el tiempo pasa y yo con él de la mano...producir mi propia musica y leer, aunque ya no lo haga tanto.
Me gusta llorar de risa; que me den la razón cuando la tenga; que se pongan en mi lugar y me comprendan; que vean en mi algo más de lo que muestro por fuera; despertarme con una caricia; imaginar y volar por mis propias fantasías...y sentir el sol en mi cuerpo.

No me gusta...la gente hipócrita, sin personalidad y que critica; levantarme temprano con el ruido del despertador; llegar tarde a los sitios y sentirme rechazada.
No me gusta la oscuridad; sentirme sola; que hagan daño a otros; las peleas, las guerras, las modas y el miedo.
Odio a la gente que no sonríe, que se ciñe a normas y reglas, que olvida sus promesas...y los lunes, los odio.
No soporto que me obliguen a hacer algo, siempre es mejor un ''por favor''; que me juzguen antes de conocerme...las injusticias y las desigualdades, las odio.
Odio a los políticos, siempre prometiendo mentiras; odio a las niñas pijas, a los creídos, a los ignorantes; odio la sopa y los guisos; que haga mucho frio; que me riñan y castiguen; que no me comprendan; que se olviden del pasado y que las personas den poca importancia a lo pequeño.

Soñar

Es extraño como la vida, a la que en muchas ocasiones rendimos culto, también nos depara tragedias que parecen estar escritas en el tiempo, cómo por obra de un ser divino y maquiavélico. Esto es lo que relataba el "Romance Sonámbulo" de Lorca.

El hecho de no poder luchar contra tu destino es algo que nos convierte en un elemento más en el universo, algo difícil de aceptar pero sobre todo algo que nos condena a la mediocridad pero ¿Qué es lo que nos aparta de lo mediocre? “Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda” Lorca mencionaba una acción que nos hace únicos, que rompe con las cadenas del destino; soñar. Los seres humanos soñamos, no cabe duda de esto puesto que son nuestros sueños son los que trazan un camino en nuestras vidas. Un camino que puede acabar antes o después, bien o mal e incluso fatal, pero que al fin y al cabo, es la razón de nuestra existencia

Es posible que en el caso de la gitana y el bandolero hubiera un final desdichado escrito, pero nunca olvidemos sus sueños porqué posiblemente sea lo mejor que pudieran llevarse a la tumba.

viernes, septiembre 11, 2009

Una quise y no pude

Ella no era cómo el resto de chicas. Cuando hablaba, todos escuchabamos la melodía adictiva que desprendía su boca y que te encendía el espíritu. Quizá fuera por el qué o quizá por el cómo. Lo cierto es que poco importaba, nos tenía a todos hipnotizados. Sus palabras siempre llevaban un mensaje claro y conciso, lleno de emociones y esperanzas. Hablaba de las injusticias y miserias de este mundo de un modo estremecedor. Recuerdo que siempre acababa el discurso levantando el tono de voz para pronunciar un grito de guerra cargado de una fuerza inmesurable, que inducía a luchar contra aquellas injusticias y miserias. Ella no era ni la más guapa ni la más fea, ni la más tonta ni la más inteligente, era bastante cómo el resto en esas aptitudes. Sin embargo su apariencia emanaba seguridad y sabía hacer algo que pocos saben hacer en este mundo: predicar. Realmente tenía aptitudes de líder pero algo pasó.

Yo siempre supe que esa seguridad irradiante era sólo apariencia, que en su interior era una persona muy insegura y dubitativa. Sabía hacer creer, pero ella no creía. Así se confirmó al pasar los años. Un chico, bastante mayor que ella, atractivo, con el don de la palabra y de engatusar a cualquier chica insegura apareció y con él desapareció aquel espíritu.

El otro día la vi. Estaba dando un paseo sóla. Me acerqué a ella para saludarla y vi en su rostro la misma cara que había visto en el resto de la sociedad. Una cara sin expresividad ninguna que parecía decir que aceptaba el sistema establecido ¿Se habría condenado a la mediocridad del mundo?
Recordamos viejos tiempos y le confesé una verdad que ella creo que suponía. Le tenía un aprecio especial por aquellas épocas. Ella rió y al momento dijo que aquella chica ya no existía. Se había dado cuenta de que sus discursos eran fantasías de una adolescente rebelde y que no era posible cambiar nada. Realmente, se había vuelto mediocre, cómo el resto de personas. Era una quisé y no pude.

miércoles, septiembre 09, 2009

Podéis morir en el sillón

Siempre oigo que nuestro país se pudre, que todo es culpa de la inmigración, de los políticos, del sistema. Ciertamente no importa demasiado esa vanas opiniones, suelen provenir de un cerebro mononeuronal capaz de hablar pero no de hacer. Son un quiero y no puedo, una carga. A día de hoy analizar nuestra situación y saber decir que estamos mal no te convierte en un antisistema, partir craneos tampoco desde luego, sin embargo los hechos si. La historia se compone de hechos, no de palabras. ¿O alguién cree que la revolución francesa se hizo a base de quejarse de las injusticias? No!

Lo único que sé, es que en este miserable mundo hay cosas que no te las dan, que se las guardan muy astutamente para que no sepas que existen. Si quieres algo debes cogerlo, no por el hecho de que todos los seres vivos debemos ser libre en nuestra medida de lo posible conlleva que lo seamos, ni tampoco por el hecho de que el sistema esté mal se va a cambiar. Hay que buscarlo, encontrarlo y arrancarselo de las manos a esos jodidos hipócritas que juegan con la verdad y la mentira a su parecer. Y es que si esperáis sentados a que el mundo cambie, podéis morir en el sillón, porqué el mundo no cambia, se cambia.

domingo, septiembre 06, 2009

¿Qué haría si se acabará el mundo mañana?

¿Qué haría si el mundo se acabará mañana? Pues celebrarlo porqué esto significaría que dios existe y ha escuchado mis plegarias. Pero dejando las coñas a un lado creo que lo primero que haría es declararme a todas las mujeres a las que no me he declarado. Muy posiblemente estas me darían calabazas así que para desahogar mi frustración empezaría otra entrada de este blog. Cómo buen pesimista que soy expresaría mi total disconformidad con este mundo de idiotas y diría que el mundo se habría acabado, antes de la hora, punta para mí. Seguido de esto, mi aura de pesimismo desaparecería y volvería a tener ganas de vivir y me rebelaría contra el sistema, qué posiblemente no me haría ni puto caso pero no pierdo nada por intentarlo una última vez. Frustrado de nuevo por el escaso caso a mis palabras, iría a hablar con la poca gente que me comprende y derramaría una lágrima tras otra en el hombro de estas. Milagrosamente volvería a recuperarme y decidiría dar un paseo con esas personas. En ese paseo me enamoraría de alguna persona que me llamara la atención. Y quizá porqué el sentimiento fuera recíproco o por las tres escasas horas de vida y tampoco habría nada más que hacer, ella aceptaría irse conmigo a algún lugar apartado de la civilización. Después apagaríamos el fuego de nuestros instintos sexuales, en un alarde de pasión y "amor". Los últimos treinta minutos de nuestra vida los pasaríamos abrazados y en silencio, observando ese mundo que tanto he odiado y que ahora empezaba a descubrir que lo amaba.

jueves, septiembre 03, 2009

Brotes de cordura

- La utopía es una realidad, hemos creado el paraíso. ¿Por qué está de esa manera? ¿Esto es lo que todos queríamos, incluido usted no? Las personas conviven en paz y armonía en una sociedad basada en la cooperación mutua de cada individuo. Todos somos iguales, todos tenemos las misma oportunidades, sin excepción. Debería estar orgulloso con lo que hemos creado gracias a usted líder.
- No lo sé. Quizá sea que estoy cansado.
- ¿De qué?
- No lo sé.
- ¿Entonces?
- Es difícil de explicar. Cuando comencé en esto, era joven y fuerte. Estaba lleno de esperanzas, de energía, de ansias porqué la revolución triunfara a toda costa.
- Y ha triunfado ¿En que mundo vive? Abra los ojos.
- Ya sé que ha triunfado. Pero hay algo que remuerde mi conciencia, que me vacía y me consume día a día.
- ¿El qué?
- Hemos pagado un precio muy alto por esto. Quizá tu no lleves en tu espalda la carga de una conciencia que te condena a cada momento por la cantidad de vidas que has arrancado de los cuerpos de tus enemigos e indirectamente de tus amigos. Cómo me recordará la historia ¿Cómo un tirano o un heroe salvador? Lo cierto es que ya estoy sufriendo el peso de mis actos. Nadie sale impune de lo que hace y menos si se trata de borrar del mapa de la existencia vidas con sueños y esperanzas, cómo las que yo tenía de joven. Lo cierto, es que la revolución no es cosa de niños, ni durante ni después de ella. Y ahora esa incógnita recorre mi mente hasta el último resquicio. ¿Estaba preparado para ser el líder de esto? Sospecho que no...

miércoles, septiembre 02, 2009

Yo no soy borde, soy así

- Lo cierto es que eres genial. Te admiro mucho.
- ¿Enserio?
- Si, no sé. Eres diferente al resto de personas, eres raro.
- ¿Y?
- Pues que mola.
- ¿A si?
- Si porqué es difícil encontrar algo con brotes de personalidad propia por este mundo y creo que deberíamos ser más cómo tu.
- Ah, osea que es eso. ¿Por qué deberían ser más cómo yo?
- Por qué pareces ser una persona muy segura de ti misma, siendo tu mismo.
- Sinceramente...creo que...voy a vomitar
- ¿Y eso?
- Ya veo que no eres capaz de apreciar mi sarcasmo. Te lo explicaré de una forma para que lo entiendas bien ¿OKEY?
- No entiendo.
- Ahora lo harás. Para empezar, no se porqué carajo dices esas cosas de mi sin conocer apenas nada de mí. ¿De verdad crees que soy una persona admirable? ¿Un ejemplo a seguir? Yo creo que no. Es más te puedo asegurar que toda esa seguridad que aparento es sólo una ilusión. Lo cierto es que por dentro hay millones de incógnitas que van carcomiéndo mi "alma" cada día. Es una sensación de vacío y soledad difícil de explicar. No es algo bonito, ni admirable ser cómo yo. Precisamente ser cómo yo crea situaciones de discordia. El ver cómo tus amigos, a los que quieres y aprecias tiran su vida por la borda por no haber escogido el mismo camino que tu es algo bastante triste. Es jodido ver cómo encima después te miran cómo un extraño, es jodido ver cómo gracias a eso y que nadie comprenda el porqué eres así, te convierta en un joven de veinte años con el humor de uno de cuarenta. Me he vuelto huraño, introvertido, maniático, extraño...Por eso mejor guardate tus halagos y elogios a mi persona porqué ni por asomo soy lo que tu crees. Soy superficie cómo todo lo de este miserable mundo. Así que sigue con tus pensamientos e inquietudes de rebelde "sin causa" y no idolatres a alguien cómo yo porqué ni por asomo sabes cómo soy.
- No hace falta ser tan borde.
- Yo no soy borde, soy así.