sábado, diciembre 18, 2010

Esas personas no aparecen

- Si supiera por un instante lo que ella es para mí, igual no sería todo tan complicado. Pero esa estúpida virtud de ser tan poco conciso y tan abstracto lo que me ha llevado a esta situación. Es irónico incluso, porque me parece tan sencillo y es tan complicado. No soy capaz de mostrar nada de todo eso que llevo dentro. O mejor dicho. No soy capaz de canalizarlo y demostrarlo en hechos, en gestos. Estoy limitado. Sólo soy capaz de hacerlo por escrito y ni si quiera. Soy un inepto. Estoy condenado a sufrir por personas a las que amo y por las que no soy capaz de demostrarselo.
- Disculpa que no diga nada. Yo estoy pasando por lo mismo. ¿Será la edad?
- Qué cojones! No es la edad, somos nosotros. No somos capaces, hemos perdido esa capacidad.
- O quizá nunca la hemos tenido.
- Si quizá estemos destinados a morir solos, a no entrar en ese juego de reciprocidad en el amor.
- Yo creo que somos unos lloricas.
- Yo también lo creo.
- Creo que deberíamos intentarlo.
- Creo que deberíamos intentarlo.
- Pues entonces ¿Qué nos detiene?
- Qué cuando uno ha sido así toda su vida, no sabe por dónde empezar. Necesitamos a alguién que nos enseñe.
- ¿Eso se aprende?
- No como una clase. Pero si hemos aprendido a llorar por las desgracias ajenas, aprenderemos esto, está dentro del territorio de los sentimientos.
- Tienes razón pero...
(y suspirando los dos)
- ...esas personas no aparecen.

No hay comentarios: