viernes, agosto 21, 2009

El emigrante

Si hay algo en este ser humano que parece que perdure generación tras generación, cada vez menos todo hay que decirlo, es su patético miedo, odio o sentimiento que surge de sus entrañas al ver una persona de otro país, cultura, raza o motivo superficial por el que juzgar y despreciar a esta misma. Esto no solo conlleva bajo mi punto de vista una tolerancia nula, sino también un ignorante y retrógrado pensamiento que acabará en una discriminación social, que cómo siempre creará discordia entre el pueblo. Si nos paramos a analizar la situación detenidamente, algo muy poco común en nuestra superficial sociedad, llegaremos a la conclusión del sin sentido de esta discriminación.

En primer lugar, empezaré desmintiendo cualquier tipo de superioridad de una cultura, raza o país sobre otro. Cada ser humano que viene al mundo nace en igualdad de condiciones física y mentales que cualquier otro, a no ser que hablemos de una deficiencia que tenga que ver con una enfermedad. Por lo tanto, sea de donde sea, todos son capaces de sentir, reflexionar, trabajar y en general vivir. Quisiera hacer incapié en el "sentir" y el "reflexionar" pues creo que son las que definen el alma o conciencia. Sin pararme a debatir, quienes tienen razón, dualistas o materialistas, quisiera formular una pregunta y dejarla en el aire ¿Qué es lo que hace que sintamos y reflexionemos?

Seguramente muchos ya habréis encontrado la respuesta pues lo que hace que sintamos y reflexionemos es la vida, entendiendola siempre cómo un espacio de tiempo en el que nos ocurren cosas. Es decir, que reflexionamos y sentimos por nuestra experiencia personal con lo externo a nosotros. Yendo todavía más lejos, seríamos capaces de entender ciertos comportamientos a base de analizar el entorno de una persona. Pues ahora sólo deberíamos analizar el entorno de donde vienen esos emigrantes tan odiados son y pensar porqué actuan así.

Sé que ahora lo que se suele pensar es "¿Qué culpa tengo yo? Yo no los tengo así". Lo cierto es que si y no. Nosotros obviamente no somos quienes lo tenemos en esas condiciones, sin embargo indirectamente nos aprovechamos de ello. Porqué todos hemos comprado un movil pero nadie sabe de donde vienen sus materiales ni lo que se ha tenido que hacer para conseguirlos. Resulta que las baterías de estos están compuestas de un mineral llamado cobalto que se explota justamente en paises de los que vienen esos emigrantes.

Por otro lado, si nos basamos en lo que dije antes, discriminando y despreciando al emigrante no vamos a conseguir ni que cambien su forma de ser, ni que las discordia disminuya sino más bien todo lo contrario. Quizá deberíamos ser mejores anfitriones y tenderles la mano y ayudarles a integrarse. Que no quiero decir no condenar lo que está mal. Si alguien actúa mal en el sentido de que comete un delito, se le debe condenar obviamente. Las leyes están para todos y para eso, para que nosotros no tengamos que tomarnos la justicia por nuestra mano descriminando y despreciando.

Es por eso que todos deberíamos poner de nuestra parte, porqué actuar así demuestra una clara madurez de nosotros mismos, porqué querer cambiar el mundo ayudando es mucho más gratificante que a base de violencia e injusticias, porqué aun que no lo creamos los seres humanos somos bastante agradecidos en estas situaciones.

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