domingo, agosto 09, 2009

En ocasiones

Es posible que nadie esté libre de pecado y que nunca jamás se pueda tirar la primera piedra, pero eso no nos inhibe de la verdad. Yo mismo tengo muchísimos errores pero a diferencia de muchos, sé aceptarlos, corregirlos y lo más importante: admitirlos.

En ocasiones los seres humanos cometemos muchos de estos errores y no somos capaces de admitirlos cuando nos juzgan, ya sea de buenas o malas maneras. Es más, cuando nos juzgan recurrimos a la falacia e incluso al cinismo. Es más fácil decir, cuando te sacan a la luz un defecto, "¿Y tu qué?" que pedir perdón y admitirlo. Y otras veces llegamos más lejos y culpamos a la otra persona de nuestro error; y es que en ocasiones vale más la pena asumir las consecuencias de nuestros actos y no decir más que siga cargando el saco.

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